Desde Iquique...

Este blog o bitácora está interesado en el Software Libre, en encontrar nuestra identidad como Iquiqueños y en comentar las cosas importantes que a mi vida lleguen.

jueves, mayo 18, 2006

Vania nos dejó.

















El lunes fue un día terrible para toda mi familia, mientras estaba en el hopital intentando hospitalizar a mi suegra, me llamaban de casa para decirme que Vania, nuestra adorada perrita Yorkshire, estaba mal.

Más tarde, cuando por fin pude preocuparme de ella, llamé al veterinario, para que fuera a verla, y a los pocos minutos me llama mi hija Javiera diciéndome llorando que Vania agoniza...

Yo, yo no podía creer lo que escuchaba, en qué momento pasó que se agravó, hasta ahora no lo entiendo, y mi sentimiento de culpabilidad me tiene muy muy triste.

Cuando llego a casa y veo a Vania en el estado en que estaba, ya prácticamente sin temperatura e inconciente, un dolor profundo se me puso en mi pecho, he llorado hasta hoy a cada rato, me acuerdo y las lágrimas arresian mis ojos.

Javiera y Javier, mi marido, están desconsolados. Y todos nos sentimos incomprendidos, porque sabemos que desde afuera la pérdida de una mascota no debería ser tan penosa, al menos para quienes somos adultos. pero que para estas cosas, simplemente somos... familia...

Pues eso es, ella estuvo con nosotros casi 8 años, los que cumpliría el sábado 20. Llegó a nosotros hace 8 años en septiembre por una causa muy sensible, Javiera sería operada, y ella nos había pedido una perrita. Y así llegó a nuestras vidas, y fue uno más de nosotros siempre y lo seguirá siendo hasta que Dios nos llame de este mundo.

Mi sobrina Verito, sufrió hace unos meses la pérdida de su Guguita, quien era como hijo para ella, sufrió tanto y ahora entendemos su dolor y desconsuelo.

A Vania, quien más amor le dio fue nuestro hijo Ignacio, quien ahora es el que está más tranquilo, pues él todos los días la tomaba se la llebava con él a su pieza, la besaba y le decía mi Vanita bonita...

Por otro lado, mi Nana Alejandrina, llora y llora de pena, pues Vania era quien le acompañaba todos los días, ella le daba su comida, la bañaba, la sacaba a pasear y limpiaba lo que ella ensuciaba...

Vania, sólo quisiera decirte, que eres parte de nosotros y que te adoramos. Has dejado un vacío que es difícil de entender, pero que cada uno de nosotros siente en su corazón.

Cuídate mucho y que Dios te bendiga por habernos dado tanto amor y haber sido tanto tiempo, parte de nosotros.

Te queremos Vania.

Javiera, Ignacio, Javier, Alejandrina y Verónica.




Para un PPD grande, primero un PPD ético